¿Cuantas veces no hemos adquirido algo, conseguido un logro y nos damos cuenta que no nos proporciona lo que esperabamos? el gran gurú Sthephen Covey lo denomina apoyar la escalera en la pared equivicada. Vivimos en una sociedad donde predomina lo rápido: hacerse rico ya, atender lo urgente, exito inmediato, dinero en 24 horas, todo es para ayer. Trabajar, hacer, trabajar y más trabajar.
Así está montado, pero eso no significa que paremos, que reflexionemos y nos demos cuenta que vida queremos construir. Con mis clientes de coaching uno de los primeros ejercicios que hacemos es: «dibuja tu cuadro»; porque no vale de nada conseguir un objetivo, un logro, un reto o algo que sea importante para ti si finalmente no obtenemos más recompensas. Todo tiene que tener un sentido. Si yo sé donde quieres estar en 2 o 3 años podré ayudarte y planificar unos objetivos que estén relacionados directamente con el estilo de vida que deseas.
Por tanto, te invito a hacer este ejercicio: «Tu cuadro»; dibuja con palabras en tiempo presente como quieres vivir en 3 años, sin limitaciones, qué te gustaría hacer, con quien, como deseas trabajar, como sería un dia cualquiera, qué cosas quieres eliminar, cuéntamelo por favor, y sobre todo escríbelo por que esta hoja será nuestra columna vertebral. Tan solo un 3 % de la población escribe lo que desea lograr.
Nadie nos ha enseñado a plasmar por escrito como deseamos vivir en 3 años. Pero es vital definirlo para definir estrategias concretas para llegar a ese estado. Nuestra mente ha de tener claro y preciso aquello que deseamos. Lo que ocurre es que nos acechan dudas, temores, y miedos: ¿Nos merecemos todo esto? ¿Podré hacerlo?; todo comienza con el cuadro. A los directores comerciales y gerentes de empresa les pido lo mismo: Dibújame tu cuadro; en tres años donde quiere estar tu empresa, definelo en una hoja y que sea lo suficientemente claro y explicito como para que un chico de 12 años lo entienda.